El Pirata que no sabía decir la R

El Pirata que no sabía decir la R

La socióloga Laura Potter llevó a cabo una pequeña inmersión sobre las salas de espera… Llegó a la conclusión que: “Tal vez la sala de espera –reflexiona Potter– nos recuerda el arte, inmensamente placentero aunque olvidado, de la relajación”*

Aunque para Núria Picornell, madre de Catarina, Jofre y Pol, la sala de espera del centro de Corporación Fisiogestión- Sant Martí le supuso una fuente de inspiración. De este modo se convirtió en la autora de: El Pirata que no sabía decir la R (Editorial El Pirata).

El inicio de una historia

Jofre venía a Logopedia porque tenía el problema en decir la letra R. Mientras esperaba en la sala de espera que Jofre hiciera la sesión se me ocurrió el cuento.

Cuando llegué a casa lo transcribí, a pesar de que salió muy rápido, fui dándole forma…

La sala de espera

Escribo los cuentos para mis hijos. Normalmente hay una reflexión previa cuando escribes un cuento. Antes ya te han pasado cosas, ya te has quedado con pequeñas observaciones. Son ideas que han tenido algún significado y te han hecho reflexionarEl Pirata que no sabía decir la R fue un flash.

El proceso de creación

Las ideas salen en un momento, y sino lo escribes en aquel instante pierde la magia.

Escribir es magia

Hay un tipo de sensibilidad en aquel momento que hace que aquella creación salga de ti. Después no puedes explicar cómo ha sido. Y te puede coger en una sala de espera de Logopedia, en el metro, en casa… Es como un tipo de catarsis que no entiendes demasiado bien el por qué.

El Pirata que no sabía decir la R

Núria Picornell, autora.

El Pirata que no sabía decir la R

El Pirata que no sabía decir la R salió en el tiempo que dura una sesión de tratamiento logopédico.

Su personaje, el Pirata, está inspirado en Jofre, puesto que era a él a quien le costaba decir la R, iba a tratamiento y hacía los ejercicios.

Un cuento sensible, que tiene una valoración del esfuerzo que el niño está haciendo y que después tiene una recompensa. Jofre ya sabe decir la R. Cuando la aprendió me hizo mucha gracia porque iba por la calle haciendo “rrr”. De ser una cosa que le costaba a darse cuenta que ya la sabía decir lo motivó mucho.

El esfuerzo

El esfuerzo es muy importante. Es una cosa que nos cuesta mucho a todos, tener la constancia. Intento inculcar la cultura del esfuerzo a mis hijos.

Para Núria escribir le permite sacar sus desazones de una manera positiva.

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*BAUMAN ZYGMUNT. El Arte de la Vida. Ediciones Paidós. 2008

Esta entrada también está disponible en: Catalán

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