Es evidente que vivimos en una sociedad que está envejeciendo de forma muy significativa, debido principalmente al aumento de la esperanza de vida y la baja natalidad, así pues, cada vez hay más personas mayores de 65 años y se estima que en el 2050 habrá más de 6 millones de ancianos de más de 80 años.
El envejecimiento conlleva a múltiples cambios en los diferentes sistemas del organismo, a nivel funcional y nutricional existe un deterioro de la musculatura y la fuerza, una pérdida involuntaria de peso y una pérdida de masa ósea. Todo esto son factores que predisponen a las personas mayores a aumentar el riesgo de caídas y la aparición de la fragilidad.
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