Los expertos están de acuerdo en que una buena salud emocional tiene repercusiones a nivel físico. Las personas que pueden contactar más fácilmente con sus pensamientos y sentimientos pueden expresarlos de una manera adecuada y son más capaces de actuar de una forma más saludable ante problemas o situaciones estresantes, y esto genera un mejor sistema inmune.
Los estados depresivos, la ansiedad, las situaciones de tensión emocional largas, el estrés… producen disminución a las inmunodefensas y por lo tanto dejan el cuerpo vulnerable a posibles alteraciones patológicas.
Todos sabemos que un cierto nivel de estrés es necesario para la dinámica diaria, sin embargo, cuando este nivel es alto y dura en el tiempo, el organismo es incapaz de gestionarlo y parece ser que este estrés se canaliza mediante el cuerpo haciendo un síntoma.
Los síntomas físicos acostumbran a ser llamamientos de atención que nos indican que algunas cosas en nuestras vidas están necesitando atención. Detrás de todo síntoma físico podemos encontrar sentimientos, miedos, pensamientos y reacciones emocionales. Escuchar lo que estos síntomas nos están intentando comunicar es una oportunidad para mantener la salud.
La aparición y evolución en el orden somático puede ser inducido por los aspectos psíquicos, del mismo modo la enfermedad somática tiene su incidencia a la parte anímica.
Patologías psicosomáticas más frecuentes::
– Lumbalgias
– Cervicalgias
– Disfonias
– TDAH
– Retraso madurativo
Los tratamientos de manipulación del cuerpo mejoran la calidad de vida de la población y tienen repercusión en los aspectos relacionados con la salud y el bienestar.
Victòria Rama
Psicóloga
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