Se llama Adoración, pero prefiere Dora. Es paciente en Corporación Fisiogestión- Diagonal. Ha pasado parte de su vida entre fogones. Desde que se jubiló se ha dedicado a bailar y viajar. A sus 74 años la vitalidad de esta mujer es sorprendente, en los últimos años ha estado en Italia, Berlín, París… Baila sevillanas, sardanas, country… Sin embargo, una serie de caídas y la artrosis que le diagnosticaron le obligó a frenar su actividad.
Dora nos cuenta que cuando empezó la rehabilitación de cadera y rodilla no podía casi caminar ni levantar la pierna: “Julio me hace trabajar mucho y los ejercicios que me hace practicar tanto en el centro como en casa me van muy bien para recuperar y mejorar la movilidad”.
Julio Sánchez es el fisioterapeuta que trata a Dora. Ella está muy contenta con él porque le aporta tranquilidad. La confianza entre profesional y paciente es crucial para que el tratamiento sea más eficaz. Además Dora sigue al pie de la letra las indicaciones de Julio, gracias a esto se encuentra mucho mejor.
Nos trae una bolsa llena de fotos de sus aficiones, nos las enseña y nos cuenta su próximo viaje. Dora está muy animada porque observa los resultados del tratamiento y ve que puede volver progresivamente a su ritmo de vida normal: caminar mucho, ir al gimnasio, viajar y sobre todo bailar.
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