14 octubre de 2021 (Día Mundial de la Visión)
Actualmente, más de 24 millones de personas mayores de 15 años practican deporte en España, lo que supone que más de la mitad de la población española, hace deporte. Este dato no es un fenómeno aislado, ya que, desde hace muchos años, la práctica de ejercicio y deporte está experimentando un continuo aumento en la población en general.
La práctica del deporte es una actividad muy saludable que, junto a una dieta equilibrada y a unos buenos hábitos de vida, redundan en el beneficio de nuestra salud, sin olvidarnos también, de los beneficios que aporta en nuestra salud visual.
Algunas enfermedades sistémicas como la hipercolesterolemia o la diabetes, pueden acabar repercutiendo negativamente en nuestra visión. Por ello, la práctica deportiva, en general, juega a nuestro favor, ayudando a minimizar estos efectos negativos.
El deporte permite ejercitar no solo la mente y cuerpo, sino la percepción y la agudeza visual que tenemos. Un entrenamiento correcto de la visión puede llegar a maximizar el rendimiento deportivo de un individuo. Nadie duda de que si la agudeza visual de un piloto de moto GP, que sobrepasan los 300 Km/h, no es perfecta, los resultados no pueden ser buenos. Tampoco en un futbolista, que entre otras cosas ha de hacer pases muy medidos a larga distancia, o la de un tenista, o la de un jugador de golf etc.
Conceptos como la percepción del espacio, la velocidad, el peso y la distancia entrarán en juego a la hora de activar una determinada reacción. Por lo tanto, habilidades como la visión dinámica o la periférica han de estar en condiciones óptimas, ya que la visión nos aporta un 80 % de la información necesaria para realizar las distintas acciones.
La práctica deportiva implica, en la mayor parte de los casos, una constante atención visual.
De manera que tener una buena agudeza visual resulta esencial, no solo para discriminar objetos, sino para mejorar el rendimiento en cuanto a habilidades como el tiempo de reacción, la percepción de distancias o la anticipación. Estas habilidades visuales difieren notablemente en los diferentes deportes.
Además, se estima que la mayor parte de las respuestas en el deporte son una réplica a estímulos visuales originados en el juego.
Determinar si existe alguna anomalía visual previa y la eventual influencia negativa que esta pudiera provocar en la actividad física que se practique y su corrección es esencial para la realización de cualquier actividad deportiva y más si esta es de competición.
En una sociedad cada vez más “miopizada” debido a los hábitos sedentarios y a la creciente actividad frente a todo tipo de pantallas, la práctica deportiva y las actividades de ocio al aire libre, nos permiten ejercitar funciones como la visión dinámica o la periférica, que contribuyen a mantener en buena forma nuestra salud visual.
En nuestra unidad del deporte podemos ayudarte a mejorar tu rendimiento deportivo, así como a tratar tus lesiones deportivas, para poder recuperar de nuevo la actividad física.
Bibliografía
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El Papel de la Visión en el Deporte. Clínica Babiera.
Eurolaser. Instituto Oftalmológico
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