¿Cómo mejorar la movilidad de las articulaciones afectadas por la artritis?

En ¿Qué es la artritis? decíamos que no existe un tratamiento que permita curar esta dolencia, por lo que su abordaje debe ser multidisciplinar (medicina interna, traumatología y cirugía ortopédica, rehabilitación, psiquiatría, dermatología, etc.) y personalizado.Es importante tener pautado de base un tratamiento farmacológico controlado por un reumatólogo y estar bien asesorado/a por un servicio de rehabilitación integral para ayudar a la persona a disminuir los síntomas, controlar las deformidades y realizar un plan de cambio de hábitos.

Primeras pautas

Os facilitamos un plan de ejercicios y actividades terapéuticas que permita movilizar las articulaciones afectadas por la artritis y de esta manera mantener o mejorar el rango articular y recuperar el trofismo muscular.

La pauta de ejercicios que os damos a continuación es la más básica para empezar a movilizar las articulaciones de las manos. Si estás afectado de artritis, es aconsejable visitar un centro de rehabilitación para que te adapten la pauta a tus necesidades y para recibir el asesoramiento necesario de cómo cuidarse.

¿Qué conseguiremos con los ejercicios?

• Prevenir la aparición de deformidades. Los ejercicios pueden orientarse con movimientos en sentido contrario a la deformidad que se intuye.
• Mantener el recorrido articular. Es importante preservar las articulaciones que están en buen estado haciendo movimientos activos con un amplio arco articular.
• Recuperar el trofismo muscular. Los ejercicios nos ayudarán a recuperar la fuerza muscular y a mejorar así la funcionalidad.

Recomendaciones al realizar los ejercicios

• Mantener las articulaciones alineadas durante los ejercicios.
• Hacer los movimientos con el máximo recorrido articular, sin provocar dolor.
• Es importante hacer las repeticiones que se indican.
• Hacer los movimientos tomando conciencia de la tensión y relajación de las articulaciones.
• Durante estos ejercicios la respiración es libre.

Indicaciones

• Sentarse frente a la mesa.
• Apoyar los antebrazos sobre ella y las palmas de las manos tocando también la mesa, asegurándose de que las manos y los antebrazos estén bien alineados con el dedo medio de la mano, para evitar la desviación cubital.

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