La etapa del embarazo necesita una serie de pautas alimentarias con el fin de aportar los nutrientes requeridos por el feto, así como de controlar el peso adecuado mes a mes.
En cuanto al aumento del peso de la mujer embarazada, lo clasificaríamos por trimestres:
- En el primer trimestre, el aumento de peso acostumbra a ser escaso o nulo. Esto se debe a los frecuentes vómitos y trastornos digestivos durante estos primeros meses.
- Al finalizar el segundo trimestre, la mujer gestante debe haber ganado unos 6 kg, de los cuales unos 2 kg son del feto y sus anexos y cuatro de la madre en concepto de grasas y agua retenida
- Durante el último trimestre el tejido adiposo no debería incrementarse más, y el aumento de peso de la madre correspondería exclusivamente al del feto y sus envueltas
Necesidades energéticas en el embarazo
La ingesta de la madre ha de ser equilibrada:
- Un 15- 20% corresponderían a las proteínas. Las necesidades aumentan a medida que transcurre el embarazo.
- Un 25-30% de las necesidades deben venir de los lípidos. La ingesta máxima sería de 80g al día.
- Entre un 50-55% provienen de los glúcidos.
Nutrientes reguladores:
- Calcio: Prácticamente se doblan sus necesidades durante el embarazo. Con un buen aporte de lácteos (leche, yogures y algunas verduras como las espinacas) se cubren sus requisitos.
- Hierro y magnesio: Se recomienda una ingesta de 25-30 mg/día de hierro durante los seis últimos meses del embarazo. El consumo de carnes rojas, hígado, legumbres y frutos secos son una gran fuente de hierro. Con 400mg/día de magnesio se cubren sus necesidades. Se encuentra especialmente en legumbres, frutos secos y patatas; y en algunos moluscos y crustáceos.
- Vitaminas: Una alimentación equilibrada cubre las necesidades requeridas durante esta etapa, excepto las de ácido fólico y vitamina D, incrementando especialmente su consumo con verduras de hojas verdes (ricas en ácido fólico) y una exposición moderada al sol para aumentar los niveles en vitamina D.
Alimentos desaconsejados
- Cafeína: El café, el té, los refrescos de cola y el chocolate deben consumirse con moderación debido al contenido en cafeína, una sustancia que traspasa la placenta y se asocia a la alteración de la frecuencia cardíaca, la tensión arterial y el sueño.
- Pez espada, atún rojo, tiburón y lucio: Es recomendado el consumo de pescado con asiduidad; sin embargo, es preferible evitar estas especies debido al elevado contenido en mercurio, una sustancia tóxica que interfiere en el desarrollo del bebé.
- Pescado crudo o poco cocinado: Estos pescados pueden estar contaminados de listeriosis, una bacteria peligrosa durante el embarazo.
- Leche y derivados sin pasteurizar: Estos alimentos tienen también el riesgo de estar contaminados por listeria, así que mejor evitarlo.
- Carne cruda o poco hecha: Puede conllevar el riesgo a padecer toxoplasmosis, una enfermedad parasitaria muy común, que puede provocar graves problemas al feto. Es por ello que se recomienda a las embarazadas consumir solo carne cocinada como mínimo a 66ºC o congelada a menos de 20ºC durante 24h. Asimismo, se aconseja también no consumir embutidos si no se congelan antes.
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