Artrosis

Artrosis, u osteoartritis en su acepción anglosajona, es una patología reumática caracterizada por la degeneración o desgaste del cartílago que recubre el extremo de los huesos que forman una articulación.

Las articulaciones son las bisagras que permiten el movimiento del esqueleto una vez que los músculos se contraen para inducir el movimiento requerido.

Desgaste del cartílago

La existencia de dicho cartílago facilita el movimiento articular y amortigua, en parte, los impactos en esa articulación.

Cuando este cartílago se desgasta o degenera aparecen una serie de síntomas de entre los cuales el dolor es el principal. Éste aparece de forma insidiosa y resulta difícil de ubicar, y típicamente aumenta con el movimiento y mejora con el reposo.

Otros síntomas son hinchazón y rigidez articular, la cual se agrava después del reposo.A la larga, además, la desaparición del cartílago provoca: el crecimiento del hueso en forma de osteofitos, hecho que causa la deformación de la articulación; y también pérdida de movilidad.

Causas de la artrosis

Hay varias causas que contribuyen a la progresión de la artrosis o que sirven como desencadenantes de la misma.

• La edad es el factor de riesgo más relacionado con esta patología. La debilidad muscular propia de la vejez, junto con el estrés mecánico sobre el cartílago articular y los cambios metabólicos y morfológicos que se producen en el mismo favorecen su aparición.
• La obesidad es otro factor de riesgo evidente, puesto que el aumento de fuerzas mecánicas en articulaciones de carga, como caderas y rodillas, lleva a la degeneración de las mismas.
• El sexo también está relacionado con ella. Después de la cincuentena, las mujeres padecen más artrosis que los hombres, sobretodo en la rodilla. La artrosis en las manos también es más frecuente en mujeres.
• Hay factores genéticos que predisponen, en cuanto a su ubicación, como a su progresión y severidad.
• La sobreutilización de la articulación, lógicamente, también es un factor que contribuye a la artrosis. Ciertas actividades físicas realizadas de forma repetitiva desgastan la articulación.

Aunque no existen hoy en día tratamientos que curen la artrosis, sí hay numerosas medidas terapéuticas que alivian los síntomas, retrasan su evolución y mejoran la calidad de vida del paciente con artrosis.

Medidas generales a destacar

• Comer de forma equilibrada o hacer dieta para perder peso en caso de obesidad.
• Limitar y adecuar las actividades de la persona con artrosis a su capacidad física.
• Evitar los períodos de reposo prolongado y la inmovilidad total, pero sin embargo, procurar un descanso nocturno adecuado y realizar cortos períodos de reposo durante el día.
• Realizar ejercicio físico de forma regular para mantener la movilidad de las articulaciones y fortalecer la musculatura.
• Acudir a un fisioterapeuta con el fin de aprender y practicar ejercicios específicos para cada localización de la artrosis.
• Hay fármacos que tratan los síntomas de la artrosis cuando hay dolor intenso o inflamación. Y otros que pretenden modificar la evolución de la artrosis y retrasar su progresión.

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