Curiosidades sobre nuestro sistema craneomandibular

A todos nos gustan las curiosidades, y no sólo las del tipo… “sabías que solamente dos personas en todo el mundo saben la formula exacta (y forma de mezclarla) de la Coca-Cola?”Hay muchas curiosidades interesantes sobre el funcionamiento de nuestro cuerpo que ocurren y quizá desconocemos. Aquí dejo tres de ellas sobre nuestro sistema craneomandibular.

¿Sabías que…? La masticación (que es una de las funciones del sistema craneomandibular) es adquirida, aprendida y automática

Los patrones de movimiento masticatorio empiezan a ocurrir con la erupción de los primeros dientes, se desarrollan con los primeros contactos dentarios e influyen en ella múltiples factores como la saliva, la lengua, los sistemas nervioso, articular y muscular, los receptores periodontales, de la mucosa, etc. La masticación es en definitiva una actividad motriz compleja que depende de múltiples factores (el periodonto, la mucosa, los músculos masticadores, la ATM y sistemas vecinos). Bien, es interesante saber que la masticación, así como ocurre con la marcha (caminar), no son procesos involuntarios ni innatos (como la respiración, por ejemplo), sino que se adquieren, se aprende y se automatizan. El hecho de que sean automáticos implica por ejemplo, y aquí viene otra gran curiosidad, que son ‘grabados’ por repetición, pero también que ¡son voluntarios! Es decir, podemos modificarlos y ¿qué gracia tiene esto? podríamos pensar… 

Vamos a imaginar una persona que 'graba' una marcha 'incorrecta' después de semanas caminado mal por una lesión de rodilla, lo que le provoca un posible dolor articular o muscular X en la extremidad contraria. Podríamos modificarla y reeducarla volviendo a 'grabar' una marcha correcta y funcional. Ahora vamos a imaginar a una persona que mastica de un único y mismo lado durante semanas por un dolor dental X y 'graba' esa masticación 'incorrecta' dando lugar a un posible dolor articular o muscular X cráneo mandibular, pero podemos reeducar y modificar la masticación 'grabando' el movimiento funcional'correcto'.

¿Sabías que…? Igual que ocurre en otras extremidades, a nivel del sistema mandibular, existe el reflejo protector o flexor o reflejo nociceptivo (de dolor)

Puntualizar que una acción refleja es la respuesta que resulta de un estímulo transmitido en forma de impulso neuronal y que provoca una respuesta motora independiente de nuestra voluntad. Dicho esto, atención, porque este reflejo nos protege de agresiones y/o lesiones frente a estímulos térmicos, mecánicos y táctiles.

Pondremos como ejemplo que estoy cocinando un suculento plato y de repente rozo suavemente la sartén... mi cuerpo va a reaccionar provocando una contracción en los músculos flexores de mi brazo, alejando la extremidad de la agresión y evitando el daño. Ocurre lo mismo en el sistema masticatorio, pongamos que estoy comiendo ese suculento plato de X y me muerdo en el labio o el carrillo, mi cuerpo va a activar este reflejo que provocará una separación de los dientes mediante una contracción de los músculos depresores (los q abren la boca) y una inhibición de los músculos elevadores (los que la cierran), evitando así el daño o lesión. Interesante, ¿verdad?

¿Sabías que …? Entre otros, en el sistema masticatorio también existe el reflejo tactoceptivo o tangoceptivo

La membrana periodontal y los músculos tienen unos receptores que permiten al Sistema Nervioso Central (SNC) reconocer el movimiento que va a realizar la mandíbula y saber la fuerza que debe aplicar. Esto nos resultará muy útil a la hora de comer, puesto que permite que se adecue el movimiento y fuerza ejercidos por nuestro sistema mandibular según el tamaño y dureza del alimento que estemos masticando.

Esta entrada también está disponible en: Catalán

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