Cuando finalizas una carrera como la de fisioterapeuta, igual que pasa con tantas otras, sabes mucho pero en realidad no sabes nada. Generalmente acabas trabajando en un campo específico, pero sobre todo tienes que tener claro que la panacea no existe.
En mi caso, fue el consejo de una gran profesional y compañera la que me encaminó a dedicarme a la Rehabilitación (RHB) del suelo pélvico.
Últimamente, en mi práctica profesional, había oído hablar del método Pilates por parte de muchas de las pacientes. Todavía recuerdo que cuando me explicaban como realizaban la práctica de ejercicios abdominales, me ponía las manos a la cabeza y se lo contraindicaba totalmente, porque creía francamente que empeoraba la calidad de este, todavía desconocido músculo, que se encarga entre otros cosas de la continencia urinaria, de gases y fecal.
Actualmente estoy formándome en el método de Peak Pilates en la Fundación Universitaria del Bages y gracias a la buena docencia que estoy recibiendo puedo decir que este método muy realizado y ejecutado no empeora el estado del músculo del suelo pélvico, sin embargo, tampoco lo fortalece.
Un ejemplo práctico seria cómo indicar hacer series abdominales a una persona con problemas de incontinencia urinaria. Al ejercicio Single Leg Stretch que se practica a Peak Pilates, indicaríamos activar bien la cuchara o Scuup, siempre pensando en una línea de botones que tenemos que abrochar y que van del pubis hasta el esternón a la vez que realizamos el ejercicio con piernas y brazos simultáneamente. Es un ejercicio que implica una presión abdominal importante, por lo que además indicaríamos hacer contracción perineal.
Como conclusión, informar como fisioterapeuta que si hay alguna alteración muscular a nivel pélvico hay que iniciar una RHB para conocer y activar bien, pero no hace falta contraindicar un método de entrenamiento como es el Pilates, dado que tal y como diría Joseph Pilates “tenemos que concentrarnos en los movimientos correctos cada vez que se realiza el ejercicio; si se hacen de forma inadecuada, se pierden todos los beneficios vitales de su valor”.
Añadir finalmente que uno de los beneficios de la Rehabilitación del suelo pélvico es el de mejorar la autoestima y los sentimientos de confianza en un mismo, aspectos frecuentemente afectados en este tipo de pacientes.
Núria Codina
(Fisioterapeuta, especialita en suelo pélvico)
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