Las intensas lluvias de estos días y la humedad son un factor clave para que comiencen a brotar las primeras setas de la temporada, un alimento muy completo con numerosos beneficios nutricionales.
Composición de las setas
Estos hongos están compuestos por un bajo contenido calórico (30kcal/100g) y un alto contenido en agua ya que supone un 93% de su peso.
Las setas contienen muy poca grasa, un 1% aproximadamente, 3 gramos (g) de proteína/100g y un contenido inapreciable en carbohidratos. Igual que el resto de alimentos vegetales, no contiene colesterol. Aportan entre 2-2’5g de fibra/100g. Con lo cual, se pueden considerar idóneas para incluir dentro de una dieta equilibrada y para personas diabéticas o con hipercolesterolemia. Además, también pueden incluirse como prevención de enfermedades cardiovasculares.
Tipos de setas
¡Hay una gran variedad de setas comestibles y para todos los gustos!
- El más conocido es el champiñón, seta compacta y lisa, sin manchas y de superficie blanca.
- Unas cuantas variedades del género boletus son consideradas como las mejores de las setas comestibles.
- El shiitake es una seta cultivada en Japón y China. El consumo de setas en esta zona de Asia está ampliamente difundido.
- Otras como la gírgola, el níscalo, la amanita cesárea o el rebozuelo son de consumo más habitual en España.
- Cabe destacar la trufa, un hongo de alto valor gastronómico utilizado en la alta cocina. Las más conocidas son la trufa negra y la blanca.
¡Muchas formas de comerlas!
Actualmente hay multitud de platos diferentes en los que podemos añadir las setas:
- En ensaladas, bien sean crudas o cocinadas, por ejemplo, una ensalada de espinacas y champiñón laminado.
- A la plancha, como acompañamiento de un plato.
- Setas rellenas con verduritas, carne o jamón salteado.
- Crema de setas, como la de champiñones.
- Arroces y risottos.
- Guisos.
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