Un ictus es una enfermedad aguda ocasionada por una alteración de la circulación de la sangre al cerebro. Puede ser de dos tipos:
- Isquémico: Cuando se tapona una arteria del cerebro y la sangre no llega a todas partes.
- Hemorrágico: Cuando una arteria cerebral se rompe y hay una hemorragia.
En cualquiera de los dos casos, la sangre no llega con la cantidad necesaria a algunas zonas del cerebro y estas se lesionan.
Aunque el ictus es una enfermedad que afecta el cerebro, puede afectar a todo el cuerpo. Algunas de las afectaciones que puede producir son la parálisis de una parte del cuerpo, dificultad de movimiento, déficits cognitivos, alteración del equilibrio, problemas del habla, alteraciones emocionales, dificultades para realizar actividades de la vida diaria, incontinencia urinaria y dolor.
Según la zona afectada del cerebro aparecerán unos u otros déficits.
¿Qué nos puede aportar la fisioterapia después de un ictus?
El objetivo de la fisioterapia después de un ictus es maximizar la recuperación del movimiento y de la autonomía de la persona afectada, minimizando las complicaciones secundarias, facilitando la reintegración familiar y sociolaboral y logrando la máxima calidad de vida posible.
El fisioterapeuta utilizará diferentes técnicas y estrategias de tratamiento para mejorar el tono o la fuerza muscular, la sensibilidad, el equilibrio, la marcha o el dolor. Para escoger la técnica más adecuada por cada paciente, el fisioterapeuta realizará una valoración para marcar unos objetivos terapéuticos de forma conjunta con el paciente. De acuerdo con estos objetivos, se escogerá el tratamiento más adecuado.
Es imprescindible empezar el tratamiento lo antes posible. Una vez se tiene el alta hospitalaria se tiene que continuar haciendo tratamiento en el ámbito ambulatorio (yendo a algún centro rehabilitador) o en el ámbito domiciliario (si se tienen dificultades para desplazarse).
La importancia del tratamiento multidisciplinario
Para que el tratamiento sea lo más eficiente posible, hará falta que este se lleve a cabo mediante un equipo multidisciplinario, es decir, que intervengan diferentes especialistas (no tan solo el fisioterapeuta), como por ejemplo el médico rehabilitador, el terapeuta ocupacional, el logopeda, el trabajador social o el neuropsicólogo, para que cada cual desde su ámbito pueda intervenir para ayudar a lograr la máxima calidad de vida del paciente.
Cada profesional intervendrá según la evolución de la enfermedad y las necesidades que se deriven en cada momento. Además, no podemos olvidar la importancia de la colaboración de la familia y del paciente, en todas las partes del proceso.
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Bibliografía
- Strokes M, Stack E. Fisioterapia en la rehabilitación neurológica. 3a ed. Barcelona: Ed. Elsevier; 2013.
- Bisbe M, Santoyo C, Segarra V. Fisioterapia en neurologia. Madrid: Ed. Médica Panamericana; 2009.
- Murie-Fernández M, Irimia P, Martínez-Vila E, Meyer MJ, Teasell R. Neurorrehabilitación tras el ictus. Neurologia. 2010; 25 (3): 189-196.
- López-Liria R, Ferre-Salmerón R, Arrebola-López C, Gobernado-Cabero MA, Padilla-Góngora D. Rehabilitación domiciliaria en la recuperación funcional de los pacientes con enfermedad cerebrovascular. Rev Neurologia. 2013; 56: 601-7.
- Pla Director de la Malaltia Cerebral. Superar l’ictus, Guia adreçada a les persones afectades d’una malaltia vascular cerebral i als seus familiars i cuidadors. Barcelona: Generalitat de Catalunya. Departament de Salut; 2016.
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