La correlación entre actividad física y salud, no es ninguna novedad. No es una cuestión de edad, ni de género, está ampliamente asumido que el ejercicio en general contribuye a reducir los factores de riesgo que pueden ser causa de ciertas enfermedades cardiovasculares, respiratorias, metabólicas y también mentales.
Ventajas sobre el ejercicio físico
Sabemos que existe una incidencia positiva del ejercicio con la disminución de la tensión arterial y del colesterol malo. La memoria y la atención, dos funciones cognitivas importantes, mejoran en las personas que regularmente realizan alguna actividad física. Y así podríamos citar infinidad de ejemplos.
La contra
Pero también somos conocedores y en ocasiones quizás lo hemos experimentado en nuestro propio cuerpo, que con la práctica de un ejercicio como correr, jugar a futbol, nadar, andar deprisa… pueden aparecer lesiones como contracturas, dolores de espalda, dolores en los pies y muchas otras alteraciones musculoesqueléticas. Estas nos limitan temporalmente la práctica de la actividad física. Naturalmente esto puede obedecer sencillamente a un pequeño accidente, torcedura, u otro agente traumático, pero en numerosas ocasiones puede ser debido a que nuestro cuerpo y mente no están en las condiciones idóneas para afrontar un tipo de esfuerzo determinado.
La postura
Es frecuente, que los practicantes no profesionales de alguna actividad deportiva, se olviden de trabajar un concepto básico, la postura.
La postura es individual de cada uno, hay personas bajas, altas, con los hombros hacia delante, con la pelvis caída hacia un lado y un sin fin de situaciones
La postura adecuada es cuando existe una buena relación de equilibrio muscular, una alineación de las estructuras óseas, en definitiva cuando el sistema musculoesquelético, tanto en situación estática como dinámica, trabaja con el menor esfuerzo. Para ello la persona debe ser consciente de cual es su mejor postura delante de la actividad física y también en el trabajo, en su casa, durante los momentos de ocio…
Actualmente el entrenamiento postural, en inglés Postural Training, se ha implantado con fuerza ya que mediante un plan muy personalizado para cada persona se ha logrado disminuir de forma significativa las lesiones y dolores. Solo debemos ser conscientes de nuestra postura e ir corrigiendo poco a poco los malos hábitos. Además, un buen mantenimiento de nuestro cuerpo y mente nos ayudará a sentirnos mejor.
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